Montar en bici por la noche es tan antiguo como hacerlo por el día, ¿A quien no se le ha complicado la montada alguna vez y tenido que volver a casa o al coche sin luz? Todos tenemos en el cajón de las anécdotas alguna "nocturna" involuntaria que contar... Otra cosa bien distinta es esperar a que se haga de noche para salir a montar, preparar las bicis para la noche o hacer un itinerario concreto diseñado para montar sin luz solar. Esto no es tan antiguo.
LUCES, CÁMARAS (DE RECAMBIO) Y ACCIÓN
La noche dilata las pupilas, multiplica tu atención y afila tus orejas, todo se percibe con una claridad casi irreal. Esa es la magia de hacer mountain por la noche, la contaminación acústica está casi a cero. Tu corazón bombea y tus latidos retumban más fuerte de lo habitual, te oyes respirar. Los neumáticos rascan el suelo y suenan más fuerte que de costumbre, la sinfonía de sonidos te envuelve y entras en un estado de concentración que solo se verá interrumpido cuando pares. La noche te confunde...
Teniendo claro todo esto, lo único que te queda es probarlo. No lo pienses más y lánzate a disfrutar. Prepárate para sentir nuevas emociones. Al principio todo resultará diferente, tanto que hasta parecerá que practicas un deporte nuevo. Por la noche todo cobra una fuerza y una magnitud muy distinta al día, un simple cambio de plato, ajustarse el casco, bajar piñones, un toque de freno inesperado, una trazada..., la intensidad es exponencial, a tu piel y a tus sentidos les llegará todo con tanta fuerza que te convertirás en adicto a las nocturnas.
En esta época, en verano, es perfecta para hacer rutas largas, disfrutarás de la naturaleza, de la vida nocturna y de sus habitantes, que es mucha y variada. Sal con amigos, aprovecha para montar con esos colegas con los que nunca quieres montar por que van más despacio que tú, o al revés, aprovecha para montar con esos colegas con los que nunca quieres ir por que van de carreras y te dejan tirado a los diez minutos. Saca tu bici clásica y disfrútala, si tienes más de una bici utiliza para las nocturnas la que menos uses durante el año y así tendrás otra excusa más para volver a montar con ella...
Disfruta dándolo todo subiendo, en el llano y en bajadas sé paciente hasta que tengas cierta experiencia y estés un poco curtido, ve poco a poco, no quietas aguantar el ritmo de los "veteranos" por que al final te llegará "la multa". No falla, en esto es en el único en lo que no hay diferencias con el día. Si esperas tu momento, cuando te quieras da cuenta, estarás pedaleando por los mismos sitios que durante el día.
No te lo pienses más y salta del sofá. Usa tu imaginación y haz algo diferente. Monta en bici por la noche, pedalea con amigos a la luz de los focos, sal a entrenar, cruza tu ciudad en plena madrugada, conoce la sierra y caminos de tu comunidad o viaja para conocer otras zonas, encuentra nuevas motivaciones para darle a los pedales.
17 CONSEJOS PARA INICIARTE EN UNA RUTA NOCTURNA
- Es recomendable que tu primera nocturna la hagas de día. Eso sí, con todos los "cachivaches" instalados en la bici para verificar que todo está en su sitio y bien instalado. Haz la primera prueba a última hora para la tarde/noche para que poco a poco se vaya el sol y así compruebas que, aparte de estar todo bien "sujeto", las luces apuntan a la dirección correcta. De esta manera evitarás desagradables sorpresas en la noche. Al hacer el ajuste de los focos, no te obsesiones por dejar el punto de luz muy cerca de la rueda, es más importante saber lo que hay un par de metros más adelante que lo que tenemos justo encima.
- Aumenta la dificultad y kilometraje de tus salidas gradualmente. Antes de "meterte en faena" puedes empezar dando divertidos paseos por la ciudad o por algún carril bici cercano. Te vendrá bien y aprenderás rápidamente los trucos que luego pondrás en práctica en terrenos más complicados.
- Es igual de importante llevar luces para ver bien el terreno que pisas que ir bien iluminado para que te vea. No escatimes en este último aspecto, son productos asequibles en precio y duran mucho. A veces no se nos ve tan bien como pensamos incluso de noche.
- No salgas solo. Cualquier contratiempo durante el día es fácil de solucionar pidiendo ayuda a otros ciclistas o paseantes. Por la noche no tendrás esa ayuda, por tanto intenta ir siempre acompañado. E incluso saliendo en grupo informa a familiares y amigos la ruta que vais a seguir, a veces ocurren cosas y saber la ubicación aproximada es una valiosa información que ahorra mucho tiempo en caso de urgencia.
- Lo creas o no, el monte tiene mucha vida nocturna, no estamos solos. Ya molestamos bastante a sus habitantes durante el día como para encima molestarles también por la noche. Sé profundamente respetuoso con ellos y con su entorno. Por la noche la acústica mejora, no seamos tan gritones.
- Aunque conozcas bien el recorrido no te confíes, la noche, la niebla, la nieve, etc. transforman de tal manera los caminos y paisajes que a veces pensarás que estas en otro sitio. En los descensos extrema la prudencia, los focos y el movimiento crean sombras extrañas que pueden parecer agujeros o raíces. También pueden ocultarnos baches o roderas que te pueden jugar una mala pasada. No apures, guarda un puntito por si acaso.
- El montar por la noche no exime de tus obligaciones..., es decir, hay que hidratarse y alimentarse como si montaras en pleno sol.
- No olvides llevar ropa seca o de abrigo por si acaso. Al irse el sol las temperaturas bajan considerablemente.
- Tampoco salgas de casa sin pilas de recambio, con la batería del móvil y de los focos bien cargadas. Para ahorrar aprovecha los tramos asfaltados o bien iluminados para poner las luces en modo de ahorro, así te asegurarás luz durante toda la ruta. Si no recuerdas el estado de las baterías desde la última vez que las usaste, aconsejo es que el día de antes la dejes encendida y las gastes del todo para hacer la carga entera y tenerla lista para tu salida.
- El típico frontal de montaña de cinta elástica te resultará súper útil para mecaniquear, consultar algún mapa o simplemente para poder ver cuando estas fuera de la bici en plena noche.
- De mejor a peor..., el más rápido del grupo, que vaya siempre delante, los atascos y piques nocturnos suelen acabar en revolcón. Cerrando el grupo es recomendable alguien con experiencia.
- Cuando saques o metas cosas en tu mochila presta atención para que nada se te caiga al suelo. No sería la primera vez que unas llaves o un móvil pasan a formar parte del entorno natural de un "descuido nocturno". Por cierto, lleva siempre dinero, un mini botiquín básico de emergencia y documentación. Si eres aficionado a la fotografía aprovecha, tendrás recuerdos inolvidables.
- Si por el día las gafas son imprescindibles por la noche lo son más aún más. No salgas sin ellas. Ramas, mosquitos, polvo, o piedras que saltan son muy habituales. Lógicamente, utiliza lentes transparentes, nada de cristales oscuros no polarizados o fotocromáticos, que reducirán aún más tu visión.
- Reagruparos y enumeraros de vez en cuando, sabiendo siempre quién cierra el grupo.
- No te fíes de algunos fabricantes que anuncian unas potencias e intensidades de luz descomunales a precios de risa. Duros a peseta no existen. Si tienes posibilidad de pedir a alguién su foco y usarlo antes de comprar sería lo ideal. Ten en cuenta que no todos vemos igual por el día ni por la noche y por tanto no todos tenemos las mismas necesidades ni tampoco los mismos gustos. No te confundas, candelas, lux y lumens son cosas distintas. La candela es la intensidad de flujo luminoso que emite una fuente de luz. El lumen es la cantidad de luz que emite una fuente luminosa. El lux es la cantidad de luz que incide en la superficie dada. Parece lo mismo no lo es. Si no lo tienes claro guíate por los lumens. Para empezar a pedalear con seguridad que a partir de 1.200 lumens ya vamos más que sobrados para casi cualquier salida en grupo.
- No todos los focos son iguales. Hay quien prefiere el haz de luz más abierto y otros más cerrado. Hay quien prefiere usar baterías y otros pilas. Hay focos con la batería externa y otros que la llevan incorporada, los hay con accesorio para llevar en el casco y otros que ni siquiera se regula el flujo de luz... Antes de comprar compara y pregunta, ni lo más caro es mejor ni lo más barato peor.
- Montar de noche te hace recuperar sensaciones olvidadas y disfrutar de una manera diferente que cuando pedaleas durante el día. Disfruta y observa cómo tus reflejos aumentan y tu nivel de conducción mejora. Te volverás más ágil y rápido en todo tipo de terrenos... y encima gratis, sin tener que sufrir ni hacer series.
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El club Atrochamonte celebra este sábado una maratón de BTT con un tramo para cicloturistas.
Si hay un nombre propio que destaque sobre los demás dentro de Moguer, ese es el de Juan Ramón Jiménez. Nacido en 1881 en la calle de la Ribera, Juan Ramón pasó su juventud entre Sevilla, Moguer y Madrid, años en los que estuvo afectado por varias crisis depresivas. Más adelante, en 1913, conoce al que sería el amor de su vida: Zenobia Camprubí, con quien se casa en Estados Unidos. En 1950 se instalan en Puerto Rico, segunda patria del poeta, donde ve cómo en 1956 le otorgan el Premio Nobel de Literatura, siendo el único onubense que lo posee. Además de Platero y yo, la obra más conocida, el poeta moguereño compuso muchas más obras destacadas como "diario de un poeta recién casado" o "rimas". Actualmente, la Casa Museo tiene un servicio de visitas en las cuales el público puede conocer más sobre Juan Ramón Jiménez.
Otro de los atractivos que Moguer ofrece al visitante son las playas de Mazagón. Situado a apenas 20km de Moguer y regido por la Mancomunidad Moguer-Palos de la Frontera, Mazagón ofrece más de 3.000 horas de sol al año y 5 km de playas vírgenes en un marco incomparable, rodeado de parajes naturales como el Parque Nacional de Doñana, el Paraje Natural Marismas del Odiel, la Laguna de las Madres o el Estero Domingo Rubio. 
Existen evidencias de presencia humana en la localidad desde hace 4.500 años de antigüedad como las encontradas en el "Dolmen del Cabezo del Romeral" o "Dolmen de la Tenencia". Allá por el año 201 a.C., los romanos, atraídos por la riqueza minera de la provincia, se establecieron en Ayamonte, siendo éste el punto de conexión entre la antigua Híspalis (Andalucía) y Lusitania (Portugal). Con el paso de los años, godos, visigodos, portugueses y castellanos lucharon por estas tierras debido a su estratégica localización geográfica. 
Isla Canela, con sus siete kilómetros de playas vírgenes, supone un destino turístico clave dentro de la provincia de Huelva, así como Punta del Moral, si bien estas playas son frecuentadas en una mayor proporción por turistas que llegan desde fuera de nuestra provincia. Por último, el Pozo del Camino, situado a unos 17 km del núcleo urbano de Ayamonte y con una actividad tradicionalmente fundamentada en las salinas y la conservación del pescado, ve cómo las urbanizaciones y la mejora de las infraestructuras lo convierten en un destino importante.
El paso de las civilizaciones por la localidad, así como la cercanía con Portugal, han influido claramente en el patrimonio gastronómico que hoy en día podemos encontrar si visitamos la ciudad. Así, como platos típicos podemos destacar los siguientes: arroz con castañas, fideos con caballas, arroz con sardinas, raya en pimentón, tollos con tomate, boquerones en vinagre o lubina a la ayamontina. Si os interesa y queréis más información sobre estos platos y sus recetas, podéis hacer click en el siguiente enlace.
